Quizás esta va a ser una entrada más
personal a modo de reflexión y hablando un poco más de mi experiencia. Hace un
año comentaba que 2014 podía ser un año decisivo en algunos aspectos… y la
verdad es que lo ha sido y que lo sigue siendo. Si a nivel personal se vive
cada día con la intensidad de quien empieza un nuevo año, una nueva oportunidad
o un nuevo reto, el resultado no suele decepcionar. Este año casi todo ha ido
rodado y estoy contenta. Y, lo que no lo ha ido tanto, ya tan apenas lo
recuerdo y hablo enserio. Eso debe de ser buena señal. Así que, haciendo un
balance, podría decir que durante este año…
He dejado de justificar tanto o de darle
más de tres días y medio de vueltas a un asunto que no encuentra ni acción
correcta ni respuesta incorrecta, retomándolo solo en momentos de lucidez. He
intentado no consultar preocupaciones con la almohada y evitar resolver con la
luna el día, y he dormido menos por tiempo pero mejor por calma. He respirado
antes de tomar algunas decisiones pero las he ido tomando. He comprobado que
la energía física tiene que ver bastante con la mental, que despertar con el
pie derecho no es más importante que dar los buenos días frente al espejo o que
mantenerse activo te hace sentir vivo. He decidido discriminar importancias,
infravalorar lo dañino y conservar la buena intención. He ido desatando emociones con quien las merece, con quien se lo gana o
con quien me da la gana y, al resto, ajo y agua y fuera de juego mejor. Entiendo
que es sensato apostar fuerte si se tiene convicción, reflexionar sobre errores
y saberse valorar antes de atribuir cualquier otro valor. He trabajado en ser más decidida y decisiva. He entendido que mi culo siempre será más pequeño y menos seductor que mi corazón. He podido enseñar a aprender y a aprender enseñando. Me han hecho reír y
me han hecho llorar, he puesto sobre la mesa temores que ocultaba y
potenciales que desconocía. He experimentado situaciones variopintas geniales. Y he abrazado y amado como si
no hubiera mañana, tal cual.
He tenido mucha compañía, pero he sabido disfrutar también de la soledad pese a ser consciente de que, lo mejor de mi año, vuelve a estar igual de relacionado que otros con personas. Y vosotros, ¿habéis pensado en la cantidad de cosas que habéis vivido, conocido y sentido durante este año? Es alucinante. Para acabar quiero resaltar cuatro cosas importantes que creo que deberíamos tener presentes en nuestro día a día, por encima de cuál sea nuestro humor: 1- La importancia del equilibrio entre el deber disfrutable y el disfrute del placer. 2- Si queremos, decir y demostrar HOY, si odiamos, pensar en qué problema tenemos con nosotros mismos. 3-Cuidar de “los nuestros” pero de nosotros también. 4- Darle mucha importancia a lo que consideremos pequeños placeres de la vida.
He tenido mucha compañía, pero he sabido disfrutar también de la soledad pese a ser consciente de que, lo mejor de mi año, vuelve a estar igual de relacionado que otros con personas. Y vosotros, ¿habéis pensado en la cantidad de cosas que habéis vivido, conocido y sentido durante este año? Es alucinante. Para acabar quiero resaltar cuatro cosas importantes que creo que deberíamos tener presentes en nuestro día a día, por encima de cuál sea nuestro humor: 1- La importancia del equilibrio entre el deber disfrutable y el disfrute del placer. 2- Si queremos, decir y demostrar HOY, si odiamos, pensar en qué problema tenemos con nosotros mismos. 3-Cuidar de “los nuestros” pero de nosotros también. 4- Darle mucha importancia a lo que consideremos pequeños placeres de la vida.
Para 2015
vuelvo a tener encargos y puede ser un año movido en el que, a la vez, se empiecen a estabilizar distintos ámbitos. Como dije hace un año: Tened
ilusiones vosotros también ya que no hay por qué no tenerlas y es de lo poco de
lo que podemos apropiarnos. Feliz fin de año a todos ¡y mejor comienzo del
nuevo!