Me cubres,
te acolchas,
te abro,
me envuelves,
te enrollas,
me enrollas,
te estrujo,
me arropas.
Tengo sueño,
a ti me pego.
Tengo cariño,
en ti me abrigo.
Tengo amor,
bajo tu ardor.
Tengo frío,
a ti me arrimo.
Como un bikini,
y no de playa,
sobre pan recién horneado
te pones dulce... dulce-jamón
y como el queso yo me fundo
ahí a tu lado.
A menos grados
más te agrandas,
A más relleno,
mayor agrado.
A más sueño,
más me quedo.
A más cobijo,
mejor me amago.
Me acurruco,
te arrumaco,
te estrujo al cuerpo,
me cubres y me tapo.
Te acuestas,
me calientas,
y a más me atrapo,
en ti otro rato.
miércoles, 31 de octubre de 2012
martes, 30 de octubre de 2012
Somos ilusión
Qué fuertes las personas a veces, ¿no? Somos lo más fuerte como podemos llegar a ser lo más débil, o lo más alegre y lo más triste a la vez, en cuestión de segundos... Somos emocionalmente inestables porque no somos más que lo que hemos vivido, con lo que hemos vivido y de la manera vivida, pero estamos expuestos a la incertidumbre, y no hay cosa que nos apasione y nos asuste más a la vez.
Dueños de nuestro pasado y de un futuro incierto, cercano o lejano, en el que cualquier acto puede repercutir de muchas maneras. Porque sí, incluso el día más monótono, poco fortuito o triste esconde un resquicio de ilusión en algún detalle y debemos saber identificarlo, valorarlo y aprovecharlo como si nos fuese la vida en ello porque, en el fondo, nos va.
Podemos encajar que la vida no nos da momentos malos de repente para jodernos y amargarnos, y asumir que la vida es tanto un momento malo como uno bueno a partes iguales. Que es alegría y es tristeza, que es salud y enfermedad, justicia e injusticia, amor y odio, esperanza y frustración o calma y agobio. Pero lo que jamás debemos olvidar es que la vida, sobre todo, es ilusión y una historia contada a través de muchos momentos y pequeños detalles. Eso será lo que nos mantenga despiertos y fuertes.
Nacimos siendo nada y solo podemos ganar, no solo una vida, sino lo que nosotros lleguemos a saber y saborear de ella. Propongo vivir cada día buscando, tanto en lo bueno como en lo malo, aquella rendija que nos pueda alegrar el día, aquella palabra que nos llene y que podamos merecer o aquel sueño que sepamos llegar a crear (hoy) aunque solo sea imaginario (de momento). La vida no para y, ahora, vamos con ella.
Dueños de nuestro pasado y de un futuro incierto, cercano o lejano, en el que cualquier acto puede repercutir de muchas maneras. Porque sí, incluso el día más monótono, poco fortuito o triste esconde un resquicio de ilusión en algún detalle y debemos saber identificarlo, valorarlo y aprovecharlo como si nos fuese la vida en ello porque, en el fondo, nos va.
Podemos encajar que la vida no nos da momentos malos de repente para jodernos y amargarnos, y asumir que la vida es tanto un momento malo como uno bueno a partes iguales. Que es alegría y es tristeza, que es salud y enfermedad, justicia e injusticia, amor y odio, esperanza y frustración o calma y agobio. Pero lo que jamás debemos olvidar es que la vida, sobre todo, es ilusión y una historia contada a través de muchos momentos y pequeños detalles. Eso será lo que nos mantenga despiertos y fuertes.
Nacimos siendo nada y solo podemos ganar, no solo una vida, sino lo que nosotros lleguemos a saber y saborear de ella. Propongo vivir cada día buscando, tanto en lo bueno como en lo malo, aquella rendija que nos pueda alegrar el día, aquella palabra que nos llene y que podamos merecer o aquel sueño que sepamos llegar a crear (hoy) aunque solo sea imaginario (de momento). La vida no para y, ahora, vamos con ella.
domingo, 14 de octubre de 2012
La liga
Y no la de fútbol, sino la de la novia.
Que en una boda te lleves el ramo simboliza otra futura boda. Que te regalen la liga, ¿debe de predecir una cantidad infinita de ocasiones de buen sexo?
No tengo ni la menor idea, pero no me desagrada la idea, tiene un punto picante y sugerente que te hace partícipe del tan importante lado sensual de la mujer en un día envuelto de romanticismo.
Para mí, sin duda, fue el mejor regalo que pudieron hacerme en una boda joven, cercana, divertida y con un punto rockero fascinante.
¡Y que viva los novios, hombre!
Que en una boda te lleves el ramo simboliza otra futura boda. Que te regalen la liga, ¿debe de predecir una cantidad infinita de ocasiones de buen sexo?
No tengo ni la menor idea, pero no me desagrada la idea, tiene un punto picante y sugerente que te hace partícipe del tan importante lado sensual de la mujer en un día envuelto de romanticismo.
Para mí, sin duda, fue el mejor regalo que pudieron hacerme en una boda joven, cercana, divertida y con un punto rockero fascinante.
¡Y que viva los novios, hombre!
viernes, 12 de octubre de 2012
Algo se muere en el alma
Cuando
un amigo se va, algo se muere en el alma, cuando se va por circunstancias pero
ahí está, algo se muere doble, pero algo vive permanente en dos lugares
llamados corazón. Cuando eres tú la que
decides exponerte a algo finito, cuando llega ese fin la tristeza te culpa sin
querer aun siendo injusto. Pero no es negativo vivir algo por lo que un fin
duela, porque eso es que fue algo bueno.
Nada será lo mismo pero hemos ganado respecto a hace un tiempo, nos hemos conocido. Conocer
a otras personas es siempre una oportunidad increíble, es conocer un submundo
nuevo que nunca deja indiferente y algo aporta a tu persona, aunque sea una ínfima
sensación. Pero hay personas que calan
hondo desde bien pronto, personas con las que te sientes realmente a gusto y
con las que puedes ser tú sin forzar situaciones ni ocultar desaciertos. Personas
con las que conectas… quizás las personas más peligrosas a la vez. Y es que
desde el momento en que te sientes en sintonía con alguien, estás perdido, nunca
más va a serte indiferente pese a que la gente vaya y venga y venga y vaya sin
poder hacer nada.
Sin
embargo, es tan gratificante el tiempo durante el que dura la sensación de calor
correspondido, que no paramos de lanzarnos y de exponernos a ello, sin pensar
ni temer en una posible fecha de caducidad. Hay amistades ocultas en cualquier
esquina de cualquier lugar que, por insospechadas que fuesen, son las amistades
más grandes y puras de lo que nadie pueda imaginar. Hay amistades por las que nadie apostaría hasta que se descubren o se comparten, amistades que buscan
esconderse por evitarse explicaciones, amistades que te rellenan tanto cuando
estás lleno como cuando querrías tirarte al vacío. Por lo que dicen y por lo
que esconden, hay amistades peculiares como todas y bellas como ninguna.
El
amor, en cualquiera de sus formas, es una fuerza superior a casi todo en este
mundo. A veces la línea que separa algunos términos es confusa, pero quien no
falla en la respuesta son los sentimientos. Y cuando lo aclaran, siempre hay un
punto en el que tienes que tomar algún tipo de decisión, sacrificando a veces cosas,
exponiéndote a ganar y a perder, incluso personas, incluso a otros tipos de
amor. Pero ¿sabéis qué? Yo creo que hay un sentimiento igual de poderoso y más
estable que el amor y es el cariño. Y
con eso, con eso no pueden ni las circunstancias, ni los contratiempos, ni las
decisiones. Y con eso, de alguna manera, el calor nunca te abandona del todo.
Una vez
me dijo una persona que “Nunca estará solo un corazón que ocupa un lugar en
otro corazón”. A veces nos complicamos la vida aunque sepamos que va a haber un
día en el que vas a chocar y te vas a replantear si tu decisión fue la
acertada. Pero la verdad es que lo fue.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)